Desde la sombra de la serranía
yace mi cuerpo y crece hasta la cima;
así, desde lo profundo de mi memoria
crece la ilusión de regreso de tu compañía
Cientos de años atrás, aquí te traje,
aún recuerdo las vueltas que dimos para llegar.
No, no es que sea esta vez el mismo viaje:
allá, en el alto, si subes, estará el altar
Preparé dos sorpresas junto a la bruma.
Uno, un anillo de flores para el matrimonio;
dos, una sábana negra que tu olvido cubra…
Si lo logras, te encantarán las flores de otoño.
Comentarios
me trajo tu visita y estoy feliz de volver a leerte.
a veces la rutina de vida nos separa de nuestras lecturas, esas lecturas que llenan el alma, ahora he vuelto y me gusta.