¿Dónde pude haberlo olvidado o dónde, fuera de mí, lo escondí? ¿Dónde pervive, lejos de mi lado, lo que fui y con poesía aprendí? En esa noche, toda la sensibilidad, que por mí pasó, se quedó agotada. Un parpadeo me aminó la habilidad de poder expresar cada corazonada. Si te encuentro, lo juro, mi Valentía, te junto a mi cuerpo como la piel, te obsequio a Ella y a su amor fiel. No habrá una noche sin su día en que mi boca no sienta su miel y tras su sonrisa vaya con Remiel