Hay un lugar donde las vidas no pierden su memoria, un lugar donde los recuerdos se confunden con los hechos y el tiempo es sólo un suspiro de una eternidad sin historia y los sueños son de otras realidades presagios estrechos. De ese lugar, lejano y cercano, exterior e interior, donde tus ojos son las estrellas en su cielo y tu cabello el agua de sus montañas y ríos, de ese lugar llegaste tú con tu magia y consuelo. Olvidaste el tiempo en tu universo para poder venir, a cambio has podido cargar tu pasado y tu futuro. A veces logro, amor mío, verlos en tus ojos sin fin y con tu luz, un significado a mi existencia descubro.