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Exilio



Han pasado seis años desde que el rey me expulsó. He sido desterrado por querer cambiar algunas normas en el reino. Por pretender ayudar a los demás me he quedado solo, encerrado en una gran isla custodiada por cientos de hombres que me tienen en claustro sólo con mirarme todo el día; me siento acosado, prisionero, como un animal.

El pueblo ya debe haber cambiado de rey pues le quedaba poco tiempo para morir. Si tan sólo el nuevo rey supiera de mi situación y mandará por mí para ser vuelto a la sociedad... Esa ha sido mi esperanza todos estos años. Parece que el nuevo rey está de acuerdo en dejarme aquí toda la vida… ¡Ah! Únicamente por luchar por mi libertad y la de mi gente. No sé cuánto tiempo pueda esperar más.

...No sé que voy a hacer: he planeado escaparme, pero es casi imposible y además arriesgaría mi vida, estos vigilantes terminarían por matarme. Ya han pasado tres años más, y aún sigo aquí, no sé nada del mundo civil; he estado hablando con algunos guardianes pero no logro entretenerlos ni ganar su confianza para poderme desbandar, pero persistiré pues porque es mi única solución.

Ayer, después de dos meses por fin, intenté fugarme, estaba todo a mi favor: por el clima se ha enfermado más de la mitad de los guardias, muchos otros estaban al cuidado de sus compañeros, y otros seguían en su labor, les tocaba trabajar el triple. Cuando vi que podía huir, pensé 'estoy muy lejos de tierra, me alcanzarían y me matarían', también me embargó una sensación de miedo insoportable y sentía que ya no valdría la pena regresar al pueblo: con mi familia, amigos, con Fátima… Deben estar muertos y no pude defenderlos.

Hoy creo que es mejor idea abandonar este exilio de una manera sencilla pero fuerte. He pensado en caer en eterna soledad y libertad. A quién más puedo revolucionar, si no, por lo menos a mí. Voy a morir con una idea en mi conciencia: intenté hacer un mundo mejor, pero desde arriba me lo impidieron.

Si, sólo esto pudiera llegar a Fátima, a mi madre, a mi padre, a mis hermanos, a mi padrino, el cónsul…

Comentarios

gla. ha dicho que…
La libertad...

Creo que todos buscamos lo mismo
no sabemos muy bien que es ni donde esta
oímos hablar de la hermana mas hermosa
que se busca y no se puede encontrar
La conocen los que la perdieron
los que la vieron de cerca, irse muy lejos
y los que la volvieron a encontrar
la conocen los presos,
La libertad
Algunos faloperos,
algunos con problemas de dinero,
porque se despiertan soñándola,
algunos que nacieron en el tiempo equivocado,
la libertad
Todos los marginales del fin del mundo,
esclavos de alguna necesidad,
los que sueñan despiertos,
los que no pueden dormir,
la libertad
Algunos tristemente enamorados
pagando todavía el precio del amor
algunos que no pueden esperar,
y no aguantan más la necesidad
Algunos cautivos de eso,
que no saben donde mirar,
tengo algunos hermanos y una hermana muy hermosa,
la libertad
Igual que Norberto, me pregunto muchas veces,
donde esta? y no dejo de pensar,
será solamente una palabra, la hermana hermosa
la libertad.

Andres Calamro
Sandra Gutiérrez Alvez ha dicho que…
no creo que esa fuera la solución, pero todos nos sentimos alguna vez como el cautivo...
igual, intentemos hacer cada día un mundo mejor...

hermoso relato!!!

te dejo un beso.
| A+N+D+O+R+E+S+U | ha dicho que…
Excelente canción!!!... pero así es: lamentablemente, muchas veces nos condenan por actuar libremente; y otras tantas veces, peor aún, en estos lugares no tan persistentes, la gente cae sin luchar
Taller Literario Kapasulino ha dicho que…
Que triste final...
Es una lástima que al haber querido hacer el bien lo hayan expulsado. Debe ser terrible la situación que ha vivido tu personaje.
Excelente relato.
Julia Hernández ha dicho que…
Se podrá soportar muchas cosas, pero nunca, nunca caer sin luchar. Que nuestras manos sirvan para construir sueños y libertades. Un abrazo.

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