Volví a nacer, según escuché decir en otro mundo.
En mi juventud he caído de
muerte varias veces,
mas esa última del final estuve
cerca por segundos
y sentí que una corriente
me empujó a nuevos goces.
Se entiende que la naturaleza
puede alterar el interior,
y los bosques, el mar y
las piedras marcaron mi sangre;
o, acaso, fueron la mujer
y el amor y el misterio
que dentro de mi creció, por
qué mi futuro casi arde.
En el cuento, como en la
vida, sólo el principio es claro;
y en el nudo, como en la
juventud, la historia cambia:
si el desenlace se
apresura se hace necesario aceptarlo
y cambiar el final sin extraer
del personaje su esencia.
Si supiera cuántos días
tengo antes de este final,
dejaría sólo el último
para llorar y dormir…
Ahora, supongo que,
entiendes mi doctrina
de arriesgar, amar y vivir como lo hago por ti
Comentarios