Increíble no es el mundo más allá, es el brillo lunático en unos ojos. Increíble es saborear la miel donde sobra el licor y las letras, increíbles los sonidos en la imaginación, increíble ver colores en la oscuridad. Increíble no es el desaparecer de los astros, ni de la luna ni del índigo o el gris crepuscular, increíble es descubrir el sol en un rostro, en el silencio y en otros lenguajes. Increíble cómo puede una hora convertirse en un increíble minuto al entrar más allá. Increíble no sentir miedo, absurdo; increíble, pero, verlo al frente y huirle sólo girando la mirada. Increíble imaginar una noche perfecta y más increíble tenerla en las manos y cambiarla por la muerte y las cucarachas y abrir un hueco en el aire y guardar las imágenes en ese lugar. Increíbles no hay personas o voces, increíble una mano con vida propia que acaricia y juega y no tiene memoria. Es increíble el recuerdo pues no se ve, es increíble por no repetirse. Increíble tener que una...