Cuando se extraña el mar,
se escapa el alma; hay soledad.
No se pueden parar las olas,
como no se puede tener lo perdido.
La arena que penetra la piel
son recuerdos de la espuma que otrora
abrazaba tu cuerpo interminablemente,
tal como la felicidad del jardín.
Naufrago en un cayo, de noche;
presiento que el mar es maldito.
Extraño mi hogar, el café,
las flores en la cama, la música.
Este viento frío que me golpea,
las ondas monstruosas en la oscuridad,
las notas tenebrosas del silencio,
agobian mi calma, están matándome.
Extraño el mar, la vista.
El mundo que tenía desapareció
con mis ojos y la melancolía.
Tengo conmigo toda esta tierra,
todo el agua, toda la luz.
Se va mi alma trás de ti,
extraña tu felicidad, tu vida.
Pero te siento aquí en frente.
Comentarios
¡Bellos sentimientos,A+N+D+O+R+E+S+U
Saludos
Saludos
Por comentarios de este tipo es que nunca quiero dejar de escribir...
Pero ahora no estoy en buen momento para seguir haciéndolo. En http://literariokapasulino.blogspot.com/2011/03/taller-abierto-marzo-2011.html dejé mi comentario sobre este tema.
Agradezco tu gusto pero espero que para cuando vuelva todavía lo sigas teniendo y aguardes por seguir leyéndome.
Hasta entonces...
Andrés Daza Narváez