-¿No te hace falta un beso a veces? -Sí, claro… Sobre todo cuando estoy aquí encerrado. -¿Dónde? -Entre mis pensamientos y entre la distancia entre tú y yo. -¿Por qué te encierras? -Porque estoy solo. -¿Solo? -Solo y contigo. Estás en el fondo de todas mis acciones, de todos mis días. -¿En el fondo? -Sí, en el fondo, en el color que le da vida a todo lo que está encima. -¿Cómo un dibujo? -Como las líneas de un dibujo, sin ellas no habría un mundo para ver. -¿No te hace falta ver más? -He visto mucho, quiero ver más, claro. Quiero verlo con tu verde en el fondo. -¿Mi verde? -El verde de tus ojos, el verde de la ilusión, el verde de los viajes, el verde del licor, el verde de tu piel… -¿No te hace falta un beso? -No, si acaricio tu piel. No, si tengo tu recuerdo. No, si es tu voz la que me mueve. No, si estás mirándome. -¿No te hace falta una beso? -Sí, claro. Sobre todo cuando estoy solo. -¿Lo estás? -Tú estás conmigo. Lo sé. En tu mente hay...