Hola, soy Andrés, soy Andrés, soy Andrés. Me gusta escribir porque siempre me ha quedado bonito cuando lo hago, pero cuando venga un mensajero de tu parte a decir lo que quiero escuchar... entonces gritaré, y te maldeciré cuando me digas que esa fue toda la verdad, porque para mí fue diferente; y esa tuya que crees, para mí es la mentira que te dije ayer que no era mentira, igual no estoy arrepentido de lo que te hice, lo volvería a hacer: ¡lo que me da la gana!, igual siempre lo había hecho sólo que tú me quitaste la gana y la remplazaste por aborregamiento simple, sin mucho compromiso. Es como dijo mi abuelo: “haz lo que quieras, pero tráeme mi botella de vuelta”. -¿Otra vez la misma vuelta? Pero si ya la hemos dado trescientos sesenta y cinco veces, estoy cansada de seguir dando la misma vuelta una y otra vez-. Cuando me bajé de la rueda gigante, estaba mareado de ver tu cara tantas veces y me vomité porque me asqueó tu comportamiento, todo lo que haces sin pensar y todo lo que pien