Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2013

El Escritor

Si lo ves de nuevo y no lo reconoces, si lo escuchas contar mil y un historias, recuerda que ése, desde hace meses ha vuelto a ser un escritor con euforia. Puede contarte en cien líneas un segundo, puede dejar pasar el tiempo dentro del cuento, puede hacer que viajes con él por el mundo y, a veces, puede exagerar, pero no miente. Ha vuelto como escritor, del mar, el calor y la pobreza, ha repasado su sangre por la música y por la nieve y aunque él es muchos hombres, en todas sus proezas tu nombre siempre está y eres lo que su poesía mueve. Ahora que lo verás otra vez, acuérdate bien: no es sólo poeta o bohemio; más allá del arte, tiene otras profesiones, casi unas cien y en todas tu compañía es su mayor estandarte

Hace falta un beso

-¿No te hace falta un beso a veces? -Sí, claro… Sobre todo cuando estoy aquí encerrado. -¿Dónde? -Entre mis pensamientos y entre la distancia entre tú y yo. -¿Por qué te encierras? -Porque estoy solo. -¿Solo? -Solo y contigo. Estás en el fondo de todas mis acciones, de todos mis días. -¿En el fondo? -Sí, en el fondo, en el color que le da vida a todo lo que está encima. -¿Cómo un dibujo? -Como las líneas de un dibujo, sin ellas no habría un mundo para ver. -¿No te hace falta ver más? -He visto mucho, quiero ver más, claro. Quiero verlo con tu verde en el fondo. -¿Mi verde? -El verde de tus ojos, el verde de la ilusión, el verde de los viajes, el verde del licor, el verde de tu piel… -¿No te hace falta un beso? -No, si acaricio tu piel. No, si tengo tu recuerdo. No, si es tu voz la que me mueve. No, si estás mirándome. -¿No te hace falta una beso? -Sí, claro. Sobre todo cuando estoy solo. -¿Lo estás? -Tú estás conmigo. Lo sé. En tu mente hay

No te dejo ir sin mi amor

Como no saldré mañana del valle si no es atravesando la sierra, no saldré de tu corazón sin la tierra que me cubra el alma y me calle. Como no esconderé mis palabras de ti si no hasta escuchar “Sí” de tu boca, hasta que un beso tuyo llegue a mi boca no esconderé el brillo de mis ojos por ti. Como no podré evitar de ti enamorarme si no hasta descansar en tus brazos, hasta que no tengas más camino que mis trazos no podré evitar en a enamorarte entregarme. Como no dejaré de subir las piedras si no hasta caer hacia el vacío, no dejaré de escribir en tu piel letras que no se borrarán con el eterno frío. «Como no dejaré la poesía, si no es por más que amor, a ti también, mi alegría, no te dejo ir sin mi amor.»

Valentía

¿Dónde pude haberlo olvidado o dónde, fuera de mí, lo escondí? ¿Dónde pervive, lejos de mi lado, lo que fui y con poesía aprendí? En esa noche, toda la sensibilidad, que por mí pasó, se quedó agotada. Un parpadeo me aminó la habilidad de poder expresar cada corazonada. Si te encuentro, lo juro, mi Valentía, te junto a mi cuerpo como la piel, te obsequio a Ella y a su amor fiel. No habrá una noche sin su día en que mi boca no sienta su miel y tras su sonrisa vaya con Remiel

Guárdame

Mi calma,  con amor, te pido al andar: arráncame la sonrisa con que río, arráncame la piel en el frío, arráncame los ojos en la noche, arráncame un suspiro sin reproche, arráncame las manos o lo que quieras, arráncame el pecho y las piernas, arráncame la boca suavemente, arráncame mis recuerdos en tu mente, arráncame los brazos para que no te vayas, arráncame los pies en esta playa, arráncame todo, sin alguna razón, arráncame, pero sobre todo, el corazón, que contigo no sería arrancar, sino guardar.

Tu Esencia

¿Cuántos días pueden pasar para desatar los nudos de sentimientos? ¿Cuánto unos labios, agotados de esperar, pueden soportar? Si se han congelado tus brazos, deja que tu boca rompa el hielo; si han enterrado hondo tu corazón, otros ojos lo elevarán al cielo. No hay días, meses o años que puedan esfumar tu esencia, si has sido al romanticismo, lo serás y todos los besos que desees, tendrás.

PINTAR EL DESPERTAR

    La pintura estaba recién terminada. Hace unas horas, el lienzo estaba totalmente inmaculado y vacío, dispuesto a cualquier imaginación. Ahora, que ya ha pasado más de medio día, la noche viene acercándose amenazando con truenos y una gran niebla que devora los más altos, brillantes e imponentes edificios del centro de la ciudad. El mar, en los pies de las montañas, se llena de sombra y frío; las cimas de las montañas sobresalen de las nubes, muy altas. El lienzo ya no está blanco. Hay en él un mar congelado con trozos de hielo gigantes que pueden verse en el frente, flotando en el agua; en el fondo, sobre el horizonte, no se ve nada, apenas oscuridad, como si el mar terminara allí, tras la sombra del sol. En mitad del plano, en un brillo de sol reluciente, a pesar de la lejana oscuridad, hay un bote navegando errante entre los témpanos de hielo. Se ve a la derecha de la pintura el fin de una gran montaña que rodea el paisaje visto. Es una montaña rocosa, altísima y difícil de s

El Sueño

Confieso sólo un sentimiento, lo demás ya es claro: apreciar el cielo en tus ojos, un temblor a tus pasos, derrotar el miedo arriba tuyo y no caer hasta agotar el corazón, alrededor de tu alegría moverme y volver al pasado, no son sueños. El valle más brillante, la nieve más cercana, el olor de los cipreses, la montaña más apacible, los buenos pensamientos, el viaje más largo, no se comparan con la felicidad de soñar contigo el verdadero sueño. Puede tu compañía sacarme del mundo más yo lo único que deseo, lo confieso, es hacer realidad el soñado beso tuyo