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Mostrando entradas de octubre, 2011

Increíble

Increíble no es el mundo más allá, es el brillo lunático en unos ojos. Increíble es saborear la miel donde sobra el licor y las letras, increíbles los sonidos en la imaginación, increíble ver colores en la oscuridad. Increíble no es el desaparecer de los astros, ni de la luna ni del índigo o el gris crepuscular, increíble es descubrir el sol en un rostro, en el silencio y en otros lenguajes. Increíble cómo puede una hora convertirse en un increíble minuto al entrar más allá. Increíble no sentir miedo, absurdo; increíble, pero, verlo al frente y huirle sólo girando la mirada. Increíble imaginar una noche perfecta y más increíble tenerla en las manos y cambiarla por la muerte y las cucarachas y abrir un hueco en el aire y guardar las imágenes en ese lugar. Increíbles no hay personas o voces, increíble una mano con vida propia que acaricia y juega y no tiene memoria. Es increíble el recuerdo pues no se ve, es increíble por no repetirse. Increíble tener que una

Cielo

Ese cielo maldito e inerte oye y ve todo en este mundo y pasa inadvertido entre el pueblo ¡Escúchame a mí, por favor! -No quiero tener que volar y alcanzarte y golpearte, y que abras los ojos y comprendas que aquí abajo necesitan tu atención-. Puede llover en cualquier instante, puede secar la tierra un minuto despúes puede derrumbar la naturaleza, su amiga y compañera, con su colosal voluntad. ¡Oh!, admirable y envidiable cielo ¡Escúchame a mi, te lo ordeno! -No me hagas morir y odiarte; pactar con el infierno una traición. Puedo bajar al fondo y ascender con la velocidad del pensamiento y poseerte; tú, poseerme-. -¡Mejor!, juntos tu y yo caprichoso y ciego cielo. Juntos podemos reinar: traeremos vientos desde el norte, desde el oriente y desde arriba y entraremos en la sangre de todos-. El cielo gris, a veces negro, se ofende por mí y se enfurece. Entonces, cuando de sus nubes brota agua sucia y amarga -como mis sentimientos por él- es porque llora

Esta noche es para bailar

Mira cómo sus pies te adornan, acércate, la pista es sólo suya. Ahí estás bailando solo, esperando sentir sus manos en tu espalda. “Tú, acaba con ese licor y embriágalo con tus movimientos”: quiere que caigas sobre él, que bailen este fuerte ritmo, que se bañen por la música. ¡Te das cuenta de los que los une! No son tú y ella bailando, es el tambor el que los mueve los conecta; el humo es donde se proyectan sus pasos. La música nunca parará, bailen más lento ahora, sentirás su corazón descansando y su mirada pedirte caricias. -Tú sabes que el baile es como la poesía, cada paso es un verso, la rima está en el sincronismo, la lírica en los movimientos. Como amo la poesía, amo la danza: es mi historia llegando al público, es el arte en silencio, dibujar letras en la tierra, es hacer un cuento bajo tus pies. ¿Sientes el baile?, ¿sientes las palabras? Escucha y déjate llevar de la sinfonía que han creado. Ustedes son la música: ella el saxofón y tú el tim