Tengo ganas de verte, como al sol que me despierta, como a las luces en la noche. Tengo ganas de olerte, como a los jardines de flores, como al café cuando quiero más. Tengo ganas de tocarte, como a la arena del caribe, como al piano en soledad. Tengo ganas de escucharte, como a los vientos del sur, como a los sónidos oníricos. Tengo ganas de hablarte, como cuando se evocan besos, como a la soledad: ¡libre!. Tengo ganas de recordar, como ser un pensamiento tuyo, como ver un arcoiris en tu piel. Tengo ganas de cerrar(te) los ojos, como imaginando bruma en el aire, como sintiendo desde las células. Tengo ganas de expresarme, como ante las alturas y no quedar con nada adentro.