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Mostrando entradas de 2009

Memoria, Olvido Y Destino

-¿La Memoria es sólo secretos del pasado o podría poseer también instrucciones sobre el futuro?. -Es la jaula del hombre, y la jaula aunque sea de oro, sigue siendo prisión. -El Olvido es el asesino de la Memoria. Si derrotáramos el Olvido, ¿podríamos controlar el Destino?... ¿o la Memoria está destinada al olvido?

Una retrospectiva

Yacía frente a los pies de Arturo un hombre muerto. Lo miró detenida y curiosamente tratando, tal vez, de reconocer el cadáver de alguien conocido. Sin embargo sentía que esa muerte tenía alguna relación con él en algún sentido. Se acercó al cuerpo para comprobar su muerte cuando se asomó un policía y le dijo: -Está muerto. El médico se acaba de marchar; la familia ya viene. El féretro está listo. Profundizó la mirada. -¿De qué murió? –Preguntó Arturo. -Suicidio, parece… ¿Lo conocía usted? Entonces Arturo se dio cuenta que no importaba. Estaba en el lugar equivocado en un momento inapropiado. -En absoluto –aseguró y escapo de ahí. Avanzó su camino hacia la izquierda, observando, como a cada paso, todo alrededor parecía envejecer. Pasó frente a una iglesia y entró. Había un matrimonio allí. -¿Aceptas a este hombre como legítimo esposo para amarlo siempre y en cualquier situación…? –escuchó decir al sacerdote. -Acepto –pronunció firme esa joven hermosa. En aquél m

Entre el Cielo y la Tierra

¡El cielo se está incendiando! Corran todos. El azul monótono y de calma ha sido tragado por la pasión, la guerra y el pecado; por el amarillo candente y el rojo mortal que se mezclan en humos grises como un vórtice del otro mundo. ¡La gente continúa tan inocente allá abajo! No se de detienen a desviar su vista y darse cuenta que el cielo se viene abajo, se derrumba, lo derrumban. Ángeles, demonios y humanos parecen comenzar a convivir... ¿O será simplemente que por fin se ha conseguido unir eso que nunca fue creado para tal fin?

Exilio

Han pasado seis años desde que el rey me expulsó. He sido desterrado por querer cambiar algunas normas en el reino. Por pretender ayudar a los demás me he quedado solo, encerrado en una gran isla custodiada por cientos de hombres que me tienen en claustro sólo con mirarme todo el día; me siento acosado, prisionero, como un animal. El pueblo ya debe haber cambiado de rey pues le quedaba poco tiempo para morir. Si tan sólo el nuevo rey supiera de mi situación y mandará por mí para ser vuelto a la sociedad... Esa ha sido mi esperanza todos estos años. Parece que el nuevo rey está de acuerdo en dejarme aquí toda la vida… ¡Ah! Únicamente por luchar por mi libertad y la de mi gente. No sé cuánto tiempo pueda esperar más. ...No sé que voy a hacer: he planeado escaparme, pero es casi imposible y además arriesgaría mi vida, estos vigilantes terminarían por matarme. Ya han pasado tres años más, y aún sigo aquí, no sé nada del mundo civil; he estado hablando con algunos guardianes pero no logro

Rutina

Andi, otra, tal vez alguna vez te toque Odio madrugar todos los días y dormir luego de media noche, odio estudiar y trabajar y aprender cada día algo, odio cansarme a diario y tener que descansar y madrugar.... Odio mis noches de juventud mis letras nacidas de la luna, odio que con el brillo del sol no brilla mi poesía. Odio que en el día soy cuadrado y en las noches transdimensional, odio ser uno en las mañanas y bajo la oscuridad, otro. Odio que en ocasiones es así y en otras, al contario. Odio pensar todos los días y crear novedades siempre, dejar cada día mi huella en la sangre de otro y tratar de alcanzar la inmortalidad. Odio que la gente me juzque y que piensen mal de mí. Odio despertar enamorado y que el amor sea mi insipiracion, odio no poder decirte NO y descansar al fín; odio que mi diario seas tú... pero agradezco que tú hagas esto. Odio mi rutina porque todos los días son diferentes: es destruir o crear siempre, es autenticidad y energía. Odio que lo único constante eres t

DEJO MI CIUDAD

Dejo mi ciudad en una tarde rosa, los edificios viejos y violetas, las nubes entre amarillas y rojas, el cielo que es azul en el horizonte y oscuro sobre las montañas. Ah, calentamiento global ¡Qué bien se ve y qué mal hace! Extrañaré esta grande ciudad, sus tres cielos y su frío, la noche opaca e impenetrable con contadas estrellas, los vientos que desgarran los árboles y arrullan, con las hojas, los insectos. Extrañaré las calles limpias y los andenes altos. Cambio el amanecer tardío por un atardecer a las 7 pm con leche y estrellas en el cielo, con las olas bañando la arena y la marea dándome cafeína; cambio kilómetros de cotidiano caminar por el sudor de unos metros cuesta arriba; cambio la rutina sedentaria por cortos paseos en fiestas carnavales, comparsas, con la compañía de una mujer y el calor entre la brisa y el agua, desde el mar hasta las nieves. Dejo mi ciudad, pero no tardo. volveré pues me gusta la frialdad la congestión, la polución, la luz artificial, las chaquetas y c

Memorias para una desconocida

"[...]Conocí a una chica. Aún recuerdo su silueta, encabezada por su suave cabello delgado y delicado, cubriendo sus ojos oscuros y brillantes como si la tierra encontrará en ellos un refugio donde crecer antes de que los malvados pies acaben su luminosa vida. Como extraño su mirada alegre y confusa, su confianza tierna, su locura graciosa, su ridiculez encantadora, sus deseos no dichos que mi mente alcanzó a vislumbrar. Ese corto paseo por Rosario fue tan bonito que ahora me quemo el cerebro buscando la manera de romper las leyes físicas para poder volver a ese tiempo. Como fuimos a partir sin cruzarnos una última palabra; ¿Cómo no le dije aún más? ¿Cómo no le pedí más? Tan sólo han pasado unos pocos días, pero no consigo olvidarla. Ya hice cuánto pude para intentar reencontrarla, pero mis intentos fueron fallidos. Ahora con nostalgia, con la tristeza que me deja su ausencia, lloro en mi interior. No puedo creer que tanta inteligencia, tanta viveza, tanto poder me sirvan de nad

Sueño arte

Si un sueño existe, también existe la forma de convertirlo en realidad. Pues, ¿en qué lugar hay una vida sin muerte? Pero si sólo es una imagén que crean nuestras mentes entonces podemos técnicamente hacer del sueño un arte. Una vez más, obtengo pistas que somos arte de un perfecto, sensible y muy dotado artista que naturalmente escribe un texto constituyente de las ideas y líneas donde nos movemos. Los sueños son arte dentro una obra que cobra vida y niega el destino que fluye el arte. Los sueños son reales, pues son arte y el arte está en la realidad...

Un sueño muerto

¡Soñé otrora una fantasía!... De ello, atestigua mi almohada que sólo eso fue, pues nada podría cumplir tal osadía. Y cuando un sueño, a punto, estaba de hacerse realidad, prefiero escapar del mundo a ser víctima de la Casualidad, pues el corazón del universo trajo a mi ventana la llave con la cual abrí los versos que iluminaban en la y re ¡Sí! ahí estaba esa ilusión: justo en frente; me disponía a arrivarla y a ser Dios para pesar la levedad onírica cuando otro hizo lo mismo y me empujo al pesimismo con el que empecé ese día: Destino, tú tienes mi alegría. Soñé, me ilusioné, incluso creí. Luego, me atreví a quebrar, por placer, una que otra ley... y ahora, vigilia debo guardar.

La luna de hoy

Estaba leyendo unas cosas y pensando en otras, cuando sonó una sirena de alguna emergencia. Me asomé a ver qué y me encontré con una luna que iluminaba la calle, rodeada de nubes (y qué por cierto quisiera fotografiar, pero mi cámara está dañada) y enseguida agarré un papel y un bolígrafo: Fotografía: Luna llena del 11 de enero de 2009 (la vista más grande de la luna en este año, siempre es la primera del año) levántandose sobre el Alpes. ¡Qué bella luna veo ahora!, asomado por casualidad, a mi ventana, su aurora espesa y amarilla, mis ojos iluminó. Sola en el cielo está como yo aquí en tierra. A años luz, brillan con ella cientos de astros que algo se ven; hasta allá viaja mi mente. Muy lentamente, transita, la luna sobre mí y lentamente voy desencantándome. Si ¿cuánto ha de pasar para repetirse?, ¡Por qué no sigo asombrándome! Escribo para recordarlo... vuelvo a mirar y ¡oh!, una nube la está eclipsando. Es tan potente como la luna se ve frágil ocultándose. No la veo más (por fortu

El reloj

Para leer con un reloj al lado, El reloj, segundo a segundo que me arranca de la vida para dar cuerda a sus engranajes que dictan una hora que no existe, un invento más del hombre, con su cruel tuc cada sesentava parte de minuto, me obliga a pensar en sincronía con él: -Mal-di-to-re-loj-me-es-tás-ma-tan-do-con-ca-da-se-gun-do-que-pa-sas... Es-to-nun-ca-a-ca-ba-rá-¿ver-dad? Y en mis últimos instantes de agonía, el reloj despiadado que no se detendrá nunca, con sus agujas como espinas envenenadas con cicuta, que en cada segundo desgarran de mi ser la vida misma, me dice al ritmo de su tuc bien medido, como sin sentimientos, con la misma frialdad del invierno y con la superioridad que le regala la eternidad que podría matar su cuerpo pero jamás el tiempo que lo gobierna, las últimas sílabas que escucharé en este mundo: -Es-el-fin... No-soy-tu-yo-;e-res-mío.

ONIRIS

¿Por qué, muchas veces, en la noche planea uno, antes de dormir, el sueño? Mas, es de imaginación un derroche, pues del subconsciente nadie es dueño. -Pero lo soy de mis días y noches y decido si odiarte o amarte… Si lo descubres, no me reproches: tal vez todo el día pueda darte cuando, alegremente, me sorprenda que mi cuerpo y sueño has poseído. Y antes del alba, cuando te has ido no existe fórmula que se venda para crear y domar ilusiones, pues sólo el Destino sabe esas soluciones

Ajedrez

Jorge Luis Borges: Ajedrez I En su grave rincón, los jugadores rigen las lentas piezas. El tablero los demora hasta el alba en su severo ámbito en que se odian dos colores. Adentro irradian mágicos rigores las formas: torre homérica, ligero caballo, armada reina, rey postrero, oblicuo alfil y peones agresores. Cuando los jugadores se hayan ido, cuando el tiempo los haya consumido, ciertamente no habrá cesado el rito. En el Oriente se encendió esta guerra cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra. Como el otro, este juego es infinito. II Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada reina, torre directa y peón ladino sobre lo negro y blanco del camino buscan y libran su batalla armada. No saben que la mano señalada del jugador gobierna su destino, no saben que un rigor adamantino sujeta su albedrío y su jornada. También el jugador es prisionero (la sentencia es de Omar) de otro tablero de negras noches y blancos días. Dios mueve al jugador, y éste, la pieza. ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza

Mi rock n' roll

Me gusta esta música, su ritmo y sus palabras. Me gusta ser una roca que rueda con voluntad. Me gusta pulsar cuerdas que en su vaivén gritan de pasión y furia en notas que penetran mi piel. Me gusta cada rift sonoro que repetidamente se inunda de mi corazón sediento de poder y rebeldía. Me gusta como un bajo afinado con mi corazón altera mis sentidos, con ganas de jamás parar este éxtasis. Como efectos de una hierba, de un líquido o de cualquier psicotrópico, este rock me hunde y me eleva, me hunde y me eleva. El sonido poderoso de unas cuerdas vocales que vibran con cientos de armónicos mueven mis extremidades, mi cabeza... y mi cuerpo emprende vuelo. Llega lejos, años atrás, y, entre flores y notas, sombras, metal y carne el mundo se torna agradable.

Confesiones de un enamorado

Primer monólogo: para otra, << ¡Oh! ¡A qué inconcebible universo me transportó su bendita mirada! ¡Me perdí en la infinidad de sus ojos, en la inmensa oscuridad de sus pupilas irisadas! Y ahora, no sé donde he quedado ¡Qué error he cometido! ¡Qué condena debo pagar! Que me perdone Dios por haberla querido más de lo que merecía, uno no debe dar amor a diestra y siniestra como asegurando el reino del cielo… ¿Pero qué tonterías son éstas? Por ella daría mi vida una y otra vez, sin arrepentimientos. O bien, soy capaz de bajar al infierno si así desea despedirme de su vida, pero… no es tan cruel. Si me hubiera dado una oportunidad, yo no estaría en esta amigable resignación que causa tristeza y soledad, de las cuales no puedo escapar. Pero, ¡ah, claro! Debo agradecer su enseñanza de conformismo, esa negligencia ética, molicie de vida que ahora me toca practicar porque ella así lo quiere para mí. Y yo, que hago lo que desee… Según ella, me debe bastar con su amistad. Pero qué e